Mientras cae la fría lluvia sobre la capital de Cronos, una
ventana de palacio es llenada de vaho desde su interior. Sus labios carnosos
están muy cerca del cristal de la ventana… casi nota el frío del exterior en
ellos.
Entonces levemente se separa y mira el reflejo de su rostro.
Ve que sus cabellos están bien peinados, sus ojos azules se clavan en los
suyos… pero su boca muestra una mueca de desprecio.
-
- Tan horrenda…- Y con rabia escupe hacia delante
manchando su reflejo.
Con rapidez se aparta y va hacia la cama, allí se sienta y
comienza a quitarse los zapatos. En ese momento llaman a la puerta. Ella hace
como la que no ha escuchado nada, y de nuevo escucha un leve golpe en la
puerta.
- - Mi señora…- Es la voz de un joven.
- - …
- - Mi señora.- Es algo más insistente.
Ella al escuchar un cuarto golpe en la puerta se pone en pie
y se dirige hacia la puerta abriéndola de par en par.
El joven sirviente al verla da un paso hacia atrás.
-
- Vengo para saber si estáis bien.
- - …- Su rostro indica que está furiosa.
- - Vuestro rey… él ha… dicho que no habéis cenado…
que si queréis algo…
- - ¿Mi rey…?- Suelta una leve risilla.- ¿No sabes
pequeño insolente que mi rey murió hace unos días?
- - Vuestro tío… él tan solo…
- - ¡No quiero escuchar más estupideces!
Con los puños cerrados y con la mirada clavada en los ojos
del chico ella grita para que le oigan en todo el palacio.
-
- ¡El rey de Cronos murió hace días!- Entonces
mira hacia el fondo del pasillo, lugar en el que está la habitación real.- ¡Cronos
no tiene rey! ¡No eres su heredero de sangre, ni tan siquiera eres su hijo
bastardo!
Se escucha un silencio, ella entonces nota que se ha quedado
mucho mejor… aunque aún así le cuesta mantener la calma.
- - Duquesa… creo que lo va a enfurecer.
- - ¿¡Quién!?- Le mira de nuevo, ve que él agacha la
cabeza.- ¿¡El usurpador?! ¡Bien! – Mira de nuevo hacia la puerta.- ¡Estoy
cansada de estar aquí! Tantas mentiras… tanta corrupción… ¡Quiero que te
enfades, quiero que salgas de esa habitación y que me digas lo que piensas!
¡Quiero saber qué es lo que piensa ``mi rey´´!
- - No… no hagáis eso…
- - ¡Quiero algo de diversión en esta vida!- Y con
un portazo cierra la puerta de su habitación dejando al sirviente con la boca
abierta.
Ella sin más dilación se tumba en su cama en camisón y
cierra los ojos para calmarse, pero eso lo que le propicia es un placentero
sueño.
A la mañana siguiente nota como una leve brisa mueve sus
cabellos. Levemente su cuerpo nota algo de frío y su piel se eriza con rapidez.
Ella entonces abre los ojos con tranquilidad.
Ve justo en frente suya unas finas ramas y la hiervas verde.
Entonces se levanta con rapidez quedándose sentada sobre el suelo.
Mira a su alrededor totalmente confundida y tensa.
- - ¡Eh!- Mira hacia su derecha y luego a su
izquierda, de atrás hacia delante, de nuevo a la derecha y así sucesivamente.
Entonces ve a unas ovejas pastar a su alrededor.- M-maldición… m… maldición.-
Intenta ponerse en pie.- Maldito…- No le salen las palabras, nota como algunos
de esos animales le miran mientras pastan.- Khaiel… maldito…- Nota que sus
ropas están manchadas por el barro, al igual que su piel y sus cabellos. Anoche
llovió y por ello el suelo es una gran charca.
Un pastor que vigila a sus ovejas ve que alguien se levanta
de entre la hierba con mucha dificultad y que con rabia se lleva las manos a
los cabellos y tira de ellos.
- - ¿Señorita…?- comienza a acercarse a ella.
La joven ve que a un lado hay una nota, con rapidez la coge
y la abre leyéndola para sí misma.
`` Me he cansado de tu insolencia. Si no eres capaz de
aceptarme en el poder no te quiero en palacio. No me odies más de lo que ya me
odias, tan solo te he hecho un favor. La diversión comienza en tu vida como
plebeya.´´
- - ¿¡Quéeeee?!- Coge la nota con ambas manos, al
ver esto el pastor se queda parado.- ¡Lo mato!- Comienza a caminar a pasos
agigantados.- ¡Khaiel te mato! ¡Te juro que lo mato!
El pastor sujeta su sombrero con una mano a la vez que se
acaricia la cabeza. La ve marchar con unos andares un tanto patosos, pero lo
que más le llama la atención es el sonido extraño que proviene de ella… como si
fuera el chirriar de sus dientes.
Así sería ella :) |
-
- ¿No es hermoso el ser odiado? Si así te
recuerdan… da igual si es para mal, sabes que de esa forma siempre estarás en
sus mentes. Algunos temiendo tus actos, otros tan solo esperando un leve
movimiento por tu parte… es tan satisfactorio el saber que nunca serás
olvidado.
Por esa razón tan simple siempre he sentido
deseos de seguir por este camino, pues sé con total seguridad que así soy
necesario.
Adoro hablar durante horas con gentes de gran
poder y mostrarles que un simple mestizo como yo es capaz de trasmitir las
palabras del emperador más poderoso de toda Rhéa. Mover las piezas de este
reino como en un tablero de ajedrez, calculando sigilosamente qué es lo que se
debe hacer en cada situación… sin importar las vidas de esos asquerosos
humanos.
- - ¿Porqué los odias tanto…? Yo tengo una razón…
¿Pero tú que convives con ellos?
- - Es natural… soy un demoni después de todo.
- - Creía que eras un seraphin…
- - Tan solo mis cabellos y parte de mi poder
pertenecen a los cielos.
- - …
- - Pequeña… hay que saber cómo manejarlos para
conseguir tus propósitos.
- - ¿Manejarlos?
- - Exacto. Así uno consigue sus metas a la vez que
sientes que te odian por ello. ¿Celos por estar a la mano derecha del emperador?
¿Envidia de un pueblo que ve que lo tengo todo? ¿Odio de aquellos enemigos de
Cronos? Todo eso y más me hace sentir vivo. Me llaman ``la ley´´ por eso mismo,
yo soy el verdadero emperador de estas tierras por mis actos, a pesar de que mi
sangre esté manchada y negada a la vida, maldita decían, yo soy capaz de hacer
que todo siga mis propósitos. Por eso mismo te digo… si sientes que los que te
quieren pasan por tu lado y no tienden tu mano para ayudarte… hazte odiar,
escúpeles a la cara si te insultan al pasar, muerde con rabia a aquellos que se
rían porque tú seas diferente… No es malo que tu piel se caiga a trozos si con
ello afectas a otros humanos.
- - P-pero mi madre me dijo…
- - ¿Está ella aquí? Tan solo te digo que tomes mi
consejo como una meta… quiero verte dentro de unos años como yo estoy ahora.
La pequeña de ojos verdes mira al joven Auren alejarse de
allí con una leve sonrisa sabiendo que ha creado un seguidor poderoso en el
futuro.
Entonces en las calles de Cronos una joven permanece al lado
de un árbol, esperando impaciente que aquello vuelva a ocurrir. Sus cabellos
blancos se mecen con el leve viento que atraviesa la calle.
- - … Ley… ¿Dónde estás?
Ella con los ojos azules y entrecerrados por el cansancio
mira a lo lejos intentando encontrar algo de ayuda.
Entonces cae sobre la tierra al llegar a ella. Sus rodillas
comienzan a enrojecerse por las altas temperaturas, pero lo soporta bien.
Lentamente sube su mano con nerviosismo y se toca el rostro esperando que
aquello tan solo sea un sueño.
-
… Assui…- Susurra.- Uri enne artura assui?- Es
un lenguaje para nada conocido, un lenguaje del inframundo lleno de pequeños
susurros y leves palabras difíciles de escuchar.
La joven abre los ojos de par en par sin llegar a comprender
el porqué de su paradero en aquel remoto lugar. Con cuidado acaricia su rostro
al mismo tiempo que sube su mirada al cielo, un cielo rojizo cargado de nubes
negras. Lentamente acaricia su cuello y luego deja caer su mano sobre sus
rodillas.
Intenta recordar… intenta saber lo último que ocurrió. Desea
con toda desesperanza encontrar una solución, una causa a lo ocurrido. Entonces
cierra los ojos y piensa. Recuerda como su familia era normal, sus amistades…
otros como ella también eran normales, no había nada extraño. Entonces abre los
ojos en aquel solitario e inaccesible lugar.
Y tras varios segundos consigue saber algo, recuerda como
algo se lanzó hacia ella arrebatándole su pecado y por ello acabó allí.
Ella mira al suelo con el cuerpo completamente abandonado,
sin fuerzas, sin energías con las cuales seguir adelante. Su familia, sus
amigos la han abandonado allí… a una de las herederas de la más poderosa de las
familias de Lujuria… su pecado… ya no tiene poder, ya no posee nada y por ser
alguien extraño, un demoni sin pecado ha sido abandonada allí.
La joven ahora conocedora de la maldad de algunos de los de
su especie nota como algo nuevo nace en su interior. Con rapidez se lleva las
manos al rostro y se retuerce hacia
delante sin poder aguantar las ganas de llorar. Siente que todo ha sido una
mentira, todas las palabras de apoyo, de afecto… todo era mentira.
Y con un gran nudo en el pecho grita con fuerzas hacia el
cielo, intenta que toda esa furia llegue a esos demoni que la han golpeado,
cortado el cabello, insultado… y abandonado allí, sin poder escapar pues ya no
posee poder, ya no es nadie… ahora se siente mal pues es como un humano. Un
asqueroso humano…
``Cada vez que observo el mundo me siento solo… A cada instante que deseo encontrarte muero.
Necesito más valor de los dioses para poder atacar a un enemigo que es un igual a mi persona.
Cojo mi espada y noto el sudor de mis manos que rozan el cuero de esta dura empuñadura…
Me duelen los ojos a causa del contacto de la sangre.
Tan solo soy un guerrero… Tan solo soy un maestro de la espada en mi ciudad… tan solo soy un viudo que te dejó morir. Tan solo soy alguien que desea poseer el valor… el valor y el honor de poder rescatarte de aquel suceso.
No consigo levantar cabeza y seguir mi camino en esta tierra maldita.
Humanos sedientos de guerra, hombres con armas hechas trizas por los años de violencia… seres sin piedad y cegados por un sentimiento de orgullo y gloria.
¡Yo os maldigo Dioses! ¡Yo os deniego de mi fe! ¡Yo os reto a que bajéis de vuestro pacífico lugar y que os enfrentéis a la cruda realidad! Yo os grito para que aparezcáis en frente mía y que luchemos… por mi perdón.
Mi perdón… soy tan solo una mancha en vuestro mundo. Luchad contra mí… malditos… luchad con todo vuestro poder contra este simple y maldito guerrero de Era.
Mi corazón tiembla… se siente cohibido pues no tengo destino alguno que este castigo. Mi mente se estremece al escuchar los gritos de hombres que tan solo intentan defender algo que es propio… pero yo… ¿qué hago yo en este lugar? ¿Qué defiendo yo? ¿Es que acaso hay algo en este mundo que sea mío?
Todo lo que poseía se evaporó delante de mis ojos… todo mi mundo, todos mis sentimientos de honor fallecieron contigo.
¿Qué es el honor? ¿La gloria o el valor? ¿Qué son esas palabras para un hombre como yo? Lucho, acabo con vidas, corro y arremeto una y otra vez con todas mis fuerzas a otros… ¿pero porqué? ¿Qué es este castigo mi rey?
Este es el mejor castigo para un enemigo…
Mi señor fuisteis listo por hacerme esto. Yo soy vuestro mayor peligro, lucho por tu reino por la muerte de vuestra hija… pues yo la maté con mis propias manos, te arrebaté de este mundo... tu belleza, tu forma de ser... tu amor ya no lo poseo.
¿Qué puedo hacer para que vuelvas...?´´.
Su respiración es pausada, el frío se cuela por su huesos, sus manos se rozan la una con la otra e intenta calentarlas con su propio aire.
Con cuidado aparta la mirada de sus manos y mira al frente, sus ojos verdes se quedan clavados en el horizonte.
- ¿No sientes el frío...?- La voz grave y fuerte de un ser extraño hace temblar el suelo.
Ella le mira seria, con cuidado se lleva las manos a su cuello y se coloca unas gafas de metal sobre sus ojos.
Así consigue mirarle mejor.
- ¡Habla ser insignificante!
La joven le mira, ahora consigue mirar a través de aquel vendaval de hielo.
- No es frío...- Con cuidado se sube un pañuelo a la boca y aprieta los dientes.
Entonces de aquella niebla aparece la cabeza de un dragón.
- No eres... humana...- Mira bastante interesado.
- Soy un ánima que ha conseguido un cuerpo...- Sonríe.- Ahora... ven conmigo y te ayudaré a conseguir tu venganza...
El dragón sale de aquella tormenta, ve que tiene una fuerte personalidad.- Ayudarme... ¿tú?
La joven le mira seria, entonces ve como el dragón aparece y su lomo tiene muchas cicatrices, en su rostro le falta un ojo y una de sus alas está rota.
- Eres fuerte...- Ella le mira.- Y como ánima he escuchado tus peticiones...
- …- El dragón gruñe un poco y da un paso hacia ella.- ¿Crees que yo voy a acompañar a un simple ánima?
- Élacron... te están buscando. Yo puedo vengar lo de aquella batalla...- Le mira fijamente aunque nota sus pulmones casi congelados.
- ...- Lentamente se acerca a ella y coloca su rostro justo en frente del suyo.
Werien nota sus gafas de aviador congelarse estrepitosamente.
- Solo una batalla más... en la cual vengaré mis heridas y la caída de los míos... entonces tú lo vencerás.
Ella levemente asiente con un ligero movimiento de cabeza.
La joven ánima ve como el dragón se mueve rápidamente colocándose de lado justo en frente suya. Ella con cuidado se acerca y monta por su lomo, sintiendo a su vez las frías escamas del dragón por sus manos y piernas.
A veces, cuando estamos solos y no sabemos qué hacer... cuando la desesperación se hace dueños de nuestro destino... aparece alguien que nos brinda su ayuda.
Sentado sobre el duro mármol, con los ojos cerrados siente la oscuridad de su mundo.
Sus cabellos rubios, ondulados y bien cepillados caen por sus hombros, tranquilos y de bien parecer.
Lentamente sube su mano y sin decir nada sube un poco su guante de cuero negro por la muñeca. Entonces acerca su muñeca a su boca y con algo de ansiedad la muerde. Su rostro blanquecino y hermoso siente su propia sangre en su interior, esto hace que el hambre que siente se desvanezca solo un poco.
- Mi señor…- Un joven aparece en la sala que aún permanece en la oscuridad.
Él abre los ojos, amarillos y los clava en los de su sirviente.
El chico, que con una mirada tranquila y una leve sonrisa observa a su señor.
- Sé que pasamos por un momento de hambruna… pero…- Se acerca a él y a medida que se acerca se saca un bote de su bolsillo.- Es algo que he guardado para usted…- Baja la mirada.
Él quita su muñeca de sus labios, dejando un fino hilo de sangre por su barbilla. Entonces se echa un poco hacia delante y mira con atención el frasco.
La sangre es clara, parece acabada de coger… nota que su interior se autoconsume, le arde el estómago del hambre que están pasando. Entonces sube algo su mirada y se fija en los labios del chico.
- - Tienes los labios secos… ¿cuánto hace que no comes…?
- - ¿Eh?- Le mira extrañado.
- - …- Se fija en los ojos rojos del chico.- Come… a ti te hace más falta.
- - P-pero mi señor.- Le ofrece el frasco.
- - …- Aparta su mano, no quiere esa sangre.
- - Y-yo no quiero que usted pase hambre…
Él entonces se pone en pie con una elegancia casi fantasmagórica. Pasa su dedo índice por su barbilla y limpia su sangre. Entonces cierra los ojos y sube su rostro. Es un lugar triste, no es nada parecido a lo que un día fue.
- - Mi señor…- Su sirviente se lleva el frasco al torso y le observa intranquilo.
- - …- Aprieta los puños y gruñe con fuerza. Entonces abre los ojos y alza los brazos intentando sacar toda su furia.- ¡¿Porqué!?
- - …- Su sirviente agacha la cabeza algo asustado.
- - ¡¿Porqué nos haces esto padre?! ¡¿A tu sucesor?! – Entonces comienza a caminar por la sala, mirando a ambos lados, nervioso, fuera de sí. Coge una silla y la lanza contra la pared haciéndola pedazos. Luego mira la mesa y con una patada la lanza de nuevo.
- - Mi… señor…- El joven siente que su señor lo está pasando verdaderamente mal.
Entonces tras hacer varios destrozos en la sala de aquel castillo, cae de rodillas algo más tranquilo.
- - Mi corazón no late… desde hace más de quinientos años…- Se lleva la mano al torso, notando la suavidad de su camisa.- no siento nada más que hambre… y odio… por ese malnacido…
- - ¡Mi señor!- Corre hacia él y se queda a una distancia prudencial.- Por favor… no hables así de vuestro padre… podría ser peor…
- - …- Entonces poco a poco comienza a tranquilizarse. Sus ojos se ponen azules claros, por un momento parece humano.
- - Mi señor… - Cierra los ojos, no quiere una represalia por su parte.- ¿porqué no nos vamos de este lugar, hay zonas en donde hay comida en abundancia. Donde mujeres hermosas caerán en vuestros brazos…- Abre los ojos y se acerca algo más.- Por favor… vayamos en busca de vuestra salvación. De esa forma tú serás más poderoso… y podrás…
- - A veces creo que eres inteligente.- Sonríe levemente y se pone en pie.- Recoge mis cosas.- Le mira con una leve sonrisa.- Nos vamos hacia el sur.
Y con la misma elegancia que antes comienza a caminar hacia la ventana. Allí observa el cielo, siempre de noche, sin luna… una noche oscura, una maldición que hace espantar a la comida.
- - Podremos morir…- Apoya una mano en la ventana.
- - Es probable mi señor…- Mientras recoge ve que mucha de la ropa de su señor está rota.
- - Habrá lo que en las leyendas dicen… aquello que brilla en el cielo… lo que nos provoca la muerte. Poco a poco tu piel comenzará a quemar, unas ampollas horribles saldrán y de tu interior comenzarás a arder.
Su sirviente nota un pequeño repelús.
- - Pero eso será necesario… nos hará más fuerte. Y seguramente… veamos lo que en los libros cuentan.
- - ¿Licántropos mi señor?
- - Sí…- Sonríe mostrando sus afilados dientes.
- - ¿No crees que eso será peligroso mi señor?
- - Puede serlo… aunque no creo que lo sean más que mi persona.- Se apoya levemente en la ventana.- Rubens…
- - ¿Sí mi señor?
- - Recoge mi arma…
- - Por supuesto mi señor…
- - Ah…- Mira la zona de árboles.- Y cuando estemos por zonas de humanos… llámame por mi nombre.
- - …- Se pone en pie, deja la bolsa a un lado ya preparada.- Perdóneme… pero no recuerdo vuestro nombre.
- - Arkan Lorent…
Rubens hace una reverencia y asiente.- Por supuesto mi señor…
Entonces sin decir nada más se aleja para recoger su arma.
Arkan sin decir nada más se queda observando aquel lugar, todos los días… después de doscientos años de castigo. Entonces cierra los ojos y nota en su interior, dentro de aquella oscuridad… una nueva oportunidad.
- - Mi señor… yo le protegeré.- Sonríe levemente.
Arkan sonríe levemente y sin decir nada más se aparta de aquella ventana, esa será la última vez que permanezca en un lugar como aquel.
`` Hay ríos de sangre a mi alrededor, la lluvia me golpea y hace más pesados mis pasos, la oscuridad de la noche no hace más que hacer más ténebre el momento… el momento de la batalla.
Gritos de furia, golpes de armas contra escudos llenos de ira y terror… rostros desencajados y mutilados, cuerpos sin vida sobre el fangoso lugar… y todo por un sueño.
Yo permanezco tranquilo… la temperatura es baja y noto mi respiración salir de mi boca con fuerza. Mis pies se hunden en el barro, entremezclándose con el temblor del suelo producido por los caballos que pasan cerca.
Escucho tu voz… aunque no te vea sé que te llevo en mi interior. Eres mi guía, mi esperanza.
Subo mi brazo y noto como mi espada se hunde en el interior del cuerpo de un enemigo, rompiendo sus costillas observo su mirada. La mía se clava en la suya y por un instante comprendo que puede tener familia… es joven y me mira con tristeza y dolor.
Pido perdón… y luego de nuevo camino hacia la lejanía, deseo encontrarle. Mi única misión es derrotarlo, es un momento desesperante, aunque tus manos se posan en mis hombros para darme fuerzas. Entonces paro y llego a comprender que esta no es mi guerra.
Hombres sedientos de poder manejando a otros que defienden su mundo, todo lo que conocen o han llegado a comprender. Pero yo no poseo nada en este mundo, no tengo nada que perder que mi miserable vida…
Maldigo el día en el que te dejé escapar, en el que tu cuerpo calló sobre mis débiles brazos, en el que mi mente se nubló y comprendí que yo también había muerto.´´
Entonces un guerrero corre hacia él y con fuerza lanza su espada contra su cabeza, pero él en el último momento abre los ojos; se aparta agachado y con rapidez arremete con su arma en el vientre del otro. Con cuidado y precisión retuerce su arma dentro de él. Su mirada permanece tranquila, pero su rostro sangra. Le ha dado en la mejilla.
Sin decir nada más se pone en pie y saca su arma de su interior, dejando caer el cuerpo inerte y sin vida sobre la tierra.
`` Esta no es mi guerra…´´ Se toca la mejilla, al lado del labio, es una herida profunda. `` Mi batalla fue perdida hace años… Este ya no es mi mundo. Miro al frente, siguen luchando a pesar de no tener fuerzas en el alma. La lluvia es fuerte, es amenazante… ella nos avisa del peligro. Pero nos impide ver, poco a poco veo como los cuerpos se entremezclan y se confunden con la oscuridad de la noche. Pero a pesar de mi desesperanza, de mi falta de noción del tiempo, debo encontrarte Erika…´´.
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Shouts of anger, shock weapons against shields full of rage and terror ... faces contorted and mutilated, dead bodies on the site muddy ... and all for a dream.
I remain quiet ... the temperature is low and I notice my breath out of my mouth with force. My feet sink into the mud, intermingled with the ground shaking produced by the horses passing by.
I hear your voice ... although I do not see that I carry within me. You are my guide, my hope.
I raise my arm and I feel like sinking my sword inside the body of an enemy, breaking his ribs observed his eyes. Mine is stuck in his and for a moment that you can understand ... family is young and looks at me with sadness and pain.
I apologize ... and then back way into the distance, I want to meet. My only mission is to defeat, a despairing moment, even if your hands settle on my shoulders to give me strength. Then stop and come to understand that this is not my war.
Power-hungry men driving to others who defend their world, all they know or have come to understand. But I do not own anything in this world, I have nothing to lose but my life miserable ...
I curse the day that I let you escape, in which your body stopped on my weak arms, which clouded my mind and realized that I was dead.''
Then a warrior runs to him and forcefully throws his sword against his head, but at the last moment he opens his eyes, turns away quickly crouch and lashes out with his gun in the belly of another. With care and precision twisting his gun into it. His gaze is calm, but his face bleeding. It has given on the cheek.
Without another word stands up and pulls his gun inside, dropping the inert and lifeless on the ground.
`` This is not my war ...'' He touches his cheek, near the lip, is a deep wound. `` My battle was lost years ago ... This is not my world. I look forward, continue to struggle despite having no forces in the soul. The rain is hard, is threatening ... she warns us of danger.But blinds us to gradually see how their bodies mingle and blend with the darkness of the night. But despite my despair, my lack of sense of time, I must find you, Erika ...''.