Ser odiado...

Posted by Unknown On domingo, 29 de abril de 2012 0 comentarios


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  -  ¿No es hermoso el ser odiado? Si así te recuerdan… da igual si es para mal, sabes que de esa forma siempre estarás en sus mentes. Algunos temiendo tus actos, otros tan solo esperando un leve movimiento por tu parte… es tan satisfactorio el saber que nunca serás olvidado.
Por esa razón tan simple siempre he sentido deseos de seguir por este camino, pues sé con total seguridad que así soy necesario.
Adoro hablar durante horas con gentes de gran poder y mostrarles que un simple mestizo como yo es capaz de trasmitir las palabras del emperador más poderoso de toda Rhéa. Mover las piezas de este reino como en un tablero de ajedrez, calculando sigilosamente qué es lo que se debe hacer en cada situación… sin importar las vidas de esos asquerosos humanos.

-      -     ¿Porqué los odias tanto…? Yo tengo una razón… ¿Pero tú que convives con ellos?
-       -    Es natural… soy un demoni después de todo.
-       -    Creía que eras un seraphin…
-       -    Tan solo mis cabellos y parte de mi poder pertenecen a los cielos.
-       -    
-       -    Pequeña… hay que saber cómo manejarlos para conseguir tus propósitos.
-        -   ¿Manejarlos?
-        -  Exacto. Así uno consigue sus metas a la vez que sientes que te odian por ello. ¿Celos por estar a la mano derecha del emperador? ¿Envidia de un pueblo que ve que lo tengo todo? ¿Odio de aquellos enemigos de Cronos? Todo eso y más me hace sentir vivo. Me llaman ``la ley´´ por eso mismo, yo soy el verdadero emperador de estas tierras por mis actos, a pesar de que mi sangre esté manchada y negada a la vida, maldita decían, yo soy capaz de hacer que todo siga mis propósitos. Por eso mismo te digo… si sientes que los que te quieren pasan por tu lado y no tienden tu mano para ayudarte… hazte odiar, escúpeles a la cara si te insultan al pasar, muerde con rabia a aquellos que se rían porque tú seas diferente… No es malo que tu piel se caiga a trozos si con ello afectas a otros humanos.
-       -   P-pero mi madre me dijo…
-       -  ¿Está ella aquí? Tan solo te digo que tomes mi consejo como una meta… quiero verte dentro de unos años como yo estoy ahora.

La pequeña de ojos verdes mira al joven Auren alejarse de allí con una leve sonrisa sabiendo que ha creado un seguidor poderoso en el futuro.

Entonces en las calles de Cronos una joven permanece al lado de un árbol, esperando impaciente que aquello vuelva a ocurrir. Sus cabellos blancos se mecen con el leve viento que atraviesa la calle.
-       -   … Ley… ¿Dónde estás? 



Lujuria inexistente // Lust nonexistent

Posted by Unknown On sábado, 28 de abril de 2012 0 comentarios






En aquel lugar en donde la tierra llora de dolor, lugar en el que los volcanes no dejan de sacudirlo todo… allí sobre el magma una joven camina descalza. Sus cuernos negros se alzan largos y finos hacia atrás, sus ropas llenas de pequeños agujeros, estropeadas y sucias dejan pasar el calor de aquella zona. Sus cabellos parecen que han sido cortados con un arma de filo con fuerza y dejando sus cabellos desmarañados y con trasquilones.

Ella con los ojos azules y entrecerrados por el cansancio mira a lo lejos intentando encontrar algo de ayuda.
Entonces cae sobre la tierra al llegar a ella. Sus rodillas comienzan a enrojecerse por las altas temperaturas, pero lo soporta bien. Lentamente sube su mano con nerviosismo y se toca el rostro esperando que aquello tan solo sea un sueño.

-          … Assui…- Susurra.- Uri enne artura assui?- Es un lenguaje para nada conocido, un lenguaje del inframundo lleno de pequeños susurros y leves palabras difíciles de escuchar.

La joven abre los ojos de par en par sin llegar a comprender el porqué de su paradero en aquel remoto lugar. Con cuidado acaricia su rostro al mismo tiempo que sube su mirada al cielo, un cielo rojizo cargado de nubes negras. Lentamente acaricia su cuello y luego deja caer su mano sobre sus rodillas.

Intenta recordar… intenta saber lo último que ocurrió. Desea con toda desesperanza encontrar una solución, una causa a lo ocurrido. Entonces cierra los ojos y piensa. Recuerda como su familia era normal, sus amistades… otros como ella también eran normales, no había nada extraño. Entonces abre los ojos en aquel solitario e inaccesible lugar.

Y tras varios segundos consigue saber algo, recuerda como algo se lanzó hacia ella arrebatándole su pecado y por ello acabó allí.

Ella mira al suelo con el cuerpo completamente abandonado, sin fuerzas, sin energías con las cuales seguir adelante. Su familia, sus amigos la han abandonado allí… a una de las herederas de la más poderosa de las familias de Lujuria… su pecado… ya no tiene poder, ya no posee nada y por ser alguien extraño, un demoni sin pecado ha sido abandonada allí. 

La joven ahora conocedora de la maldad de algunos de los de su especie nota como algo nuevo nace en su interior. Con rapidez se lleva las manos al rostro y  se retuerce hacia delante sin poder aguantar las ganas de llorar. Siente que todo ha sido una mentira, todas las palabras de apoyo, de afecto… todo era mentira.

Y con un gran nudo en el pecho grita con fuerzas hacia el cielo, intenta que toda esa furia llegue a esos demoni que la han golpeado, cortado el cabello, insultado… y abandonado allí, sin poder escapar pues ya no posee poder, ya no es nadie… ahora se siente mal pues es como un humano. Un asqueroso humano… 



A sensu honorem (Orphen Erend)

Posted by Unknown On viernes, 20 de abril de 2012 0 comentarios



``Cada vez que observo el mundo me siento solo… A cada instante que deseo encontrarte muero.
Necesito más valor de los dioses para poder atacar a un enemigo que es un igual a mi persona.

Cojo mi espada y noto el sudor de mis manos que rozan el cuero de esta dura empuñadura…
Me duelen los ojos a causa del contacto de la sangre.

Tan solo soy un guerrero… Tan solo soy un maestro de la espada en mi ciudad… tan solo soy un viudo que te dejó morir. Tan solo soy alguien que desea poseer el valor… el valor y el honor de poder rescatarte de aquel suceso.

No consigo levantar cabeza y seguir mi camino en esta tierra maldita.

Humanos sedientos de guerra, hombres con armas hechas trizas por los años de violencia… seres sin piedad y cegados por un sentimiento de orgullo y gloria.

¡Yo os maldigo Dioses! ¡Yo os deniego de mi fe! ¡Yo os reto a que bajéis de vuestro pacífico lugar y que os enfrentéis a la cruda realidad! Yo os grito para que aparezcáis en frente mía y que luchemos… por mi perdón.

Mi perdón… soy tan solo una mancha en vuestro mundo. Luchad contra mí… malditos… luchad con todo vuestro poder contra este simple y maldito guerrero de Era.

Mi corazón tiembla… se siente cohibido pues no tengo destino alguno que este castigo. Mi mente se estremece al escuchar los gritos de hombres que tan solo intentan defender algo que es propio… pero yo… ¿qué hago yo en este lugar? ¿Qué defiendo yo? ¿Es que acaso hay algo en este mundo que sea mío?

Todo lo que poseía se evaporó delante de mis ojos… todo mi mundo, todos mis sentimientos de honor fallecieron contigo.

¿Qué es el honor? ¿La gloria o el valor? ¿Qué son esas palabras para un hombre como yo? Lucho, acabo con vidas, corro y arremeto una y otra vez con todas mis fuerzas a otros… ¿pero porqué? ¿Qué es este castigo mi rey?

Este es el mejor castigo para un enemigo…
Mi señor fuisteis listo por hacerme esto. Yo soy vuestro mayor peligro, lucho por tu reino por la muerte de vuestra hija… pues yo la maté con mis propias manos, te arrebaté de este mundo... tu belleza, tu forma de ser... tu amor ya no lo poseo. 

¿Qué puedo hacer para que vuelvas...?´´. 





Su respiración es pausada, el frío se cuela por su huesos, sus manos se rozan la una con la otra e intenta calentarlas con su propio aire.

Con cuidado aparta la mirada de sus manos y mira al frente, sus ojos verdes se quedan clavados en el horizonte.

- ¿No sientes el frío...?- La voz grave y fuerte de un ser extraño hace temblar el suelo.

Ella le mira seria, con cuidado se lleva las manos a su cuello y se coloca unas gafas de metal sobre sus ojos.
Así consigue mirarle mejor.

- ¡Habla ser insignificante!

La joven le mira, ahora consigue mirar a través de aquel vendaval de hielo.
- No es frío...- Con cuidado se sube un pañuelo a la boca y aprieta los dientes.



Entonces de aquella niebla aparece la cabeza de un dragón.
- No eres... humana...- Mira bastante interesado.
- Soy un ánima que ha conseguido un cuerpo...- Sonríe.- Ahora... ven conmigo y te ayudaré a conseguir tu venganza...

El dragón sale de aquella tormenta, ve que tiene una fuerte personalidad.- Ayudarme... ¿tú?

La joven le mira seria, entonces ve como el dragón aparece y su lomo tiene muchas cicatrices, en su rostro le falta un ojo y una de sus alas está rota.
- Eres fuerte...- Ella le mira.- Y como ánima he escuchado tus peticiones...
- …- El dragón gruñe un poco y da un paso hacia ella.- ¿Crees que yo voy a acompañar a un simple ánima? 
- Élacron... te están buscando. Yo puedo vengar lo de aquella batalla...- Le mira fijamente aunque nota sus pulmones casi congelados. 
- ...- Lentamente se acerca a ella y coloca su rostro justo en frente del suyo.

Werien nota sus gafas de aviador congelarse estrepitosamente. 

- Solo una batalla más... en la cual vengaré mis heridas y la caída de los míos... entonces tú lo vencerás. 
Ella levemente asiente con un ligero movimiento de cabeza. 

La joven ánima ve como el dragón se mueve rápidamente colocándose de lado justo en frente suya. Ella con cuidado se acerca y monta por su lomo, sintiendo a su vez las frías escamas del dragón por sus manos y piernas. 

A veces, cuando estamos solos y no sabemos qué hacer... cuando la desesperación se hace dueños de nuestro destino... aparece alguien que nos brinda su ayuda.







Sentado sobre el duro mármol, con los ojos cerrados siente la oscuridad de su mundo.
Sus cabellos rubios, ondulados y bien cepillados caen por sus hombros, tranquilos y de bien parecer. 

Lentamente sube su mano y sin decir nada sube un poco su guante de cuero negro por la muñeca. Entonces acerca su muñeca a su boca y con algo de ansiedad la muerde. Su rostro blanquecino y hermoso siente su propia sangre en su interior, esto hace que el hambre que siente se desvanezca solo un poco.

 -  Mi señor…- Un joven aparece en la sala que aún permanece en la oscuridad.

Él abre los ojos, amarillos y los clava en los de su sirviente.
El chico, que con una mirada tranquila y una leve sonrisa observa a su señor. 
Sé que pasamos por un momento de hambruna… pero…- Se acerca a él y a medida que se acerca se saca un bote de su bolsillo.- Es algo que he guardado para usted…- Baja la mirada.

Él quita su muñeca de sus labios, dejando un fino hilo de sangre por su barbilla. Entonces se echa un poco hacia delante y mira con atención el frasco.
La sangre es clara, parece acabada de coger… nota que su interior se autoconsume, le arde el estómago del hambre que están pasando. Entonces sube algo su mirada y se fija en los labios del chico.

-        -  Tienes los labios secos… ¿cuánto hace que no comes…?
-        -  ¿Eh?- Le mira extrañado.
-        -  …- Se fija en los ojos rojos del chico.- Come… a ti te hace más falta.
-        -  P-pero mi señor.- Le ofrece el frasco.
-        -  …- Aparta su mano, no quiere esa sangre.
-        -  Y-yo no quiero que usted pase hambre…

Él entonces se pone en pie con una elegancia casi fantasmagórica. Pasa su dedo índice por su barbilla y limpia su sangre. Entonces cierra los ojos y sube su rostro. Es un lugar triste, no es nada parecido a lo que un día fue.

-        - Mi señor…- Su sirviente se lleva el frasco al torso y le observa intranquilo.
-         - …- Aprieta los puños y gruñe con fuerza. Entonces abre los ojos y alza los brazos intentando sacar toda su furia.- ¡¿Porqué!?
-        -  …- Su sirviente agacha la cabeza algo asustado.
-        -  ¡¿Porqué nos haces esto padre?! ¡¿A tu sucesor?! – Entonces comienza a caminar por la sala, mirando a ambos lados, nervioso, fuera de sí. Coge una silla y la lanza contra la pared haciéndola pedazos. Luego mira la mesa y con una patada la lanza de nuevo.
-        -  Mi… señor…- El joven siente que su señor lo está pasando verdaderamente mal.

Entonces tras hacer varios destrozos en la sala de aquel castillo, cae de rodillas algo más tranquilo.
-       -   Mi corazón no late… desde hace más de quinientos años…- Se lleva la mano al torso, notando la suavidad de su camisa.- no siento nada más que hambre… y odio… por ese malnacido…
-         - ¡Mi señor!- Corre hacia él  y se queda a una distancia prudencial.- Por favor… no hables así de vuestro padre… podría ser peor…
-        -   …- Entonces poco a poco comienza a tranquilizarse. Sus ojos se ponen azules claros, por un momento parece humano.

-         -  Mi señor… - Cierra los ojos, no quiere una represalia por su parte.- ¿porqué no nos vamos de este lugar, hay zonas en donde hay comida en abundancia. Donde mujeres hermosas caerán en vuestros brazos…- Abre los ojos y se acerca algo más.- Por favor… vayamos en busca de vuestra salvación. De esa forma tú serás más poderoso… y podrás…

-        - A veces creo que eres inteligente.- Sonríe levemente y se pone en pie.- Recoge mis cosas.- Le mira con una leve sonrisa.- Nos vamos hacia el sur.

Y con la misma elegancia que antes comienza a caminar hacia la ventana. Allí observa el cielo, siempre de noche, sin luna… una noche oscura, una maldición que hace espantar a la comida.
-         -  Podremos morir…- Apoya una mano en la ventana.
-          - Es probable mi señor…- Mientras recoge ve que mucha de la ropa de su señor está rota.
-          -  Habrá lo que en las leyendas dicen… aquello que brilla en el cielo… lo que nos provoca la muerte. Poco a poco tu piel comenzará a quemar, unas ampollas horribles saldrán y de tu interior comenzarás a arder.
Su sirviente nota un pequeño repelús.
-         -  Pero eso será necesario… nos hará más fuerte. Y seguramente… veamos lo que en los libros cuentan.
-          - ¿Licántropos mi señor?
-          - Sí…- Sonríe mostrando sus afilados dientes.
-          - ¿No crees que eso será peligroso mi señor?
-          - Puede serlo… aunque no creo que lo sean más que mi persona.- Se apoya levemente en la ventana.- Rubens…
-         - ¿Sí mi señor?
-          - Recoge mi arma…
-         -  Por supuesto mi señor…
-         -  Ah…- Mira la zona de árboles.- Y cuando estemos por zonas de humanos… llámame por mi nombre.
-         -  …- Se pone en pie, deja la bolsa a un lado ya preparada.- Perdóneme… pero no recuerdo vuestro nombre.
-         -  Arkan Lorent…

Rubens hace una reverencia y asiente.- Por supuesto mi señor…
Entonces sin decir nada más se aleja para recoger su arma.

Arkan sin decir nada más se queda observando aquel lugar, todos los días… después de doscientos años de castigo. Entonces cierra los ojos y nota en su interior, dentro de aquella oscuridad… una nueva oportunidad.

-         -  Mi señor… yo le protegeré.- Sonríe levemente.
Arkan sonríe levemente y sin decir nada más se aparta de aquella ventana, esa será la última vez que permanezca en un lugar como aquel.